Cuando practicamos la meditación no estamos intentando llegar a ninguna parte. Sólo damos un paso tras otro pacífica, felizmente.
Cuando practicamos la concentración empezamos a mimar todas estas cosas y aprendemos cómo protegerlas. Cuidando del presente cuidamos también del futuro. Trabajar en bien de la paz futura es trabajar por la paz desde el presente.
Estando en meditación nos detenemos y contemplamos las cosas profundamente. Abandonamos toda actividad por estar ahí, simplemente, con nosotros mismos y con el mundo.
Cuando actuamos con compostura y conciencia, cuando no nos acongojamos pensando si algo es o no una obra de arte, cada minuto de nuestra vida lo es. Lo esencial es ser, la expresión artística ya tomará forma de un modo u otro.
Así que debemos regresar a nosotros y cuando obtengamos paz y alegría, nuestras creaciones artísticas brotarán espontáneamente y serán un bien común.